Tuvimos que bajar para refrescar de nuevo a Tyler con la manguera, entonces un aviso, un clic más agudo que el anterior, un intento de reactivar la energía eléctrica me ilusionó. El minisplit se encendió, Tyler corrió junto a mí para disfrutar del aire fresco, permanecimos allí, un par de minutos disfrutando, luego me acerqué al escritorio para encender la computadora. Apenas iba encendiendo cuando de nuevo el "clic" del terror. Esperé un poco y nada, nos quedamos en silencio de nuevo. Tres veces sucedió así, que justo cuando encendía la computadora se apagaba todo, entendí la indirecta del universo y decidí no volver a prenderla, con tal de que me regresaran la frescura.
Claro que Mercurio Retrógrado no contaba con la laptop guardada en la maleta, así que aquí estamos, surfeando entre apagones viejos callejones. Llevamos casi una hora sin corte de luz, Tyler disfruta de la cascada de aire fresco que sale del minisplit y yo, yo he vuelto a andar por este blog después de tantos años.