En la espiral interminable
que se ha autoimpuesto un nombre azul
con olor a lavanda
la risa perdida y un sueño hueco
atraviesan los dos centímetros que permean la sonrisa
y busco con los zapatos enlodados
camino
siempre hacia el centro de la nada
que se derrite entre palabras
pasado, plumas de ángel negro
encerradas en cristales de caramelo
azúcar etílica, derrota del deseo
saborear los recuerdos
el discurrir de una vida
respiro
una chispa que se abraza
a la hoguera de un tronco seco
alumbrando la noche que no termina
de forjarse sobre la silueta del sueño
ya las plumas negras caen en espiral
danzan las sombras sobre su reflejo
y despierto lejos de mi
mareada
agazapada entre hierba rebelde de ciudad
rasgando mis pupilas con arena de desierto
Claudia Islas Coronel, México,
Con este poema participo en el segundo Concurso de Poesía de Heptagrama
1 comentario:
"...Soñar es casi nada... y más que todo... casi nada al soñarlo... más que todo después".
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