sábado, 12 de septiembre de 2009

Z.......a


Un suspiro cual punta de lanza que se enreda en el infinito del sueño
Lágrima que recorre la oscuridad de la noche para convertirse en estrella
Tres puntos suspensivos que dejan el alma abierta como final de un principio colgado entre sus piernas.
Sus piernas abiertas a la posibilidad de una vida que ya asoma la cabeza.
Y somos cuatro cabezas dando de vueltas entre esto que mas que principio sabe a cerveza de sueños y pizza de horas aplastando las nalgas contra el sillón, leyendo textos.
Uno pone música, bailando entre números y líneas que pronto serán el compás de la fiesta. Una escribe balbuceos entre quejas apresuradas prometiendo una página más de esta aventura. La otra ríe, ríe llorando versos que no son de ella y nada tienen que ver con un inicio, más su carcajada explota en un coro zurciendo así las costillas de este ser que parece respira. Y este yo que no es más que otro yo o quizás un tú, los admira desde atrás de las trincheras de unos ojos nuevos, en espera… Espera tras los puntos suspensivos, con las luces apagadas, abrochándose un cinturón prestado por unos instantes que llevan el caos como nombre y están hechos de piedras. Muros añejos que van, vienen y nacen en los estantes de la librería pero no se mueven, se han quedado allí como la luna que sigue al que se atreve a pasear por la noche del universo.
Silencio… sus pisadas se acercan.