domingo, 3 de julio de 2011

Llueve




Llueve la muerte tras la ventana
aunque la calle siga su camino
y aquella noche como esa tarde también llovía
y no pudimos decir que era un día bueno
con los zapatos empapados
bajo el cabello encrespado
te entregamos entre flores a la lluvia
y nos vestimos de nubes sin tu abrazo
perdimos en verticales tu sonrisa
que hoy sólo se dibuja en sueños


Por eso he escogido
un día brillante,
disparando destellos coloridos
para cuando hayas de traerme
por este camino
de muertes verticales
y entregues mi sonrisa
pero conserves mi abrazo
como ese paraguas multicolor
al cuál asirte en cualquier día lluvioso
y salgas por el camino
sintiendo, a pesar de todo
que la vida ha sido un buen día.



Claudia Islas Coronel