jueves, 24 de julio de 2025

Donde cayeron mis sueños - Where my dreams fell through

 

There´s a hole in my pocket where my dreams fell through...

 Hay un hoyo en mi bolso por donde cayeron mis sueños


 






Bailamos como en las noches de los 90s, sonaba Rock lobster con una mezcla de Should I stay or should I go... Al primer acorde ya estábamos de pie corriendo hacia la pista. Sí, soy de esa generación a la que le tocaron las discos. Estoy segura que fue en La Boom, quien la conoció no me dejará mentir, fue una de las mejores discos en el México de los 90s, con uno de los mejores sets de luces que montaban tremendo show. Los reflectores bailaban junto con nosotros, el láser creaba figuras entre el humo que daba la ilusión de una tercera dimensión. Supongo que eran las 12 de la noche, pues  abrían pista con un gran estruendo haciendo uso de toda la tecnología que podían tener hasta ese momento. Recuerdo haber volteado a ver mis botas negras y la sensación de llegar a la duela luego de caminar sobre alfombra. Estabamos todos, incluso a los que hace tiempo no veo.
Ya es medio día y desde un mundo muy diferente a aquel de los 90s, la música sale desde una bocina pequeñita a la que le pido que ponga Rock Lobster pero en su lugar insiste en tocar una más moderna, la que el algoritmo indica que debo necesitar en este momento.   

 Por alguna ley no escrita, que luego desafiamos, uno tenía que ir a la pista para bailar. Es cierto que las luces estaban todas centradas allí, pero uno no siempre quería ser el centro de atención. La música nos movía, nos hacía saltar. Agitar la cabeza, sentir el cabello balanceándose en el aire mientras movía todo el cuerpo, me hacía sentir libre, lejos del mundo, lejos de la realidad de vivir en una ciudad enorme y peligrosa, que invisibilizaba a cualquiera. 

 Volví a bailar junto a mis amigos, a sentirme ese ser libre que rebota junto a las baquetas de una batería, a ser la explosión que retumbaba en mi pecho y me hacía sentir acompañada. Entraba el puente de la siguiente canción, nos miramos, nos sonreímos con la complicidad de seguir brincando hasta no poder más. Entonces, sentí su nariz húmeda sobre mí brazo. Tyler, como cada mañana, arrancándome del sueño. 



There´s a hole in my pocket where my dreams fell through...

Hay un hoyo en mi bolso por donde cayeron mis sueños

 

 





En este presente lleno de tecnología, le pido a la bocina que ponga Rock Lobster pero el alogritmo decide que no es la indicada para mí en este momento, así que There´s a hole in my pocket where my dreams fell through ... 

 

Y sí, se me cayeron los sueños de la cama, pero no de la vida, pues volví desde el pasado a este presente lleno de mares, atardeceres y desiertos; de nubes, de termómetros elevados y tecnología que nos acerca a los amigos. De este amor perruno en forma de narices húmedas y lengüetazos, que me despierta pero, a veces,  baila conmigo, en medio del día.

 



#ClaudiaIslasCoronel #Sueños #Música #BrandiCarlile #Culiacán #CaboSanLucas #México #México90s #Discoteques #Bailar

 
  

jueves, 17 de julio de 2025

Reviviendo a los fantasmas

Fantasmas en los callejones oscuros


He vuelto, me asomo como fantasma, por los rincones de este espacio abandonado, quince años de polvo y telarañas se tejen en la pantalla. Anoche soñé que una voz me llamaba, repetía que había llegado el momento. 

Hoy desperté con el cerebro adolorido, como nublada, tomé un café y me dispuse a trabajar; pero el tiempo tenía otros planes. Eran las 9 de la mañana, el termómetro ya estaba cerca de los 40 grados, apenas abrí los correos que debía contestar cuando escuché el "clic" que quienes vivimos en tierra caliente, tememos. Era el sonido de la energía eléctrica desapareciendo. La pantalla se apagó, el ventilador del minisplit quedó en silencio por un momento, hasta que el trino de los pájaros se encendió. Tyler comenzó a jadear con fuerza, mi cara se empapó de sudor, abrí ventanas y puertas con la esperanza de encontrar brisa fresca, pero solamente encontré un soplido ligero que se abría paso entre el vapor caliente que saturaba la atmósfera. Saqué la silla de playa a la terraza, empapé a Tyler y me mojé la cabeza, el agua salía tibia de la manguera. Ya en la terraza, intenté leer pero no logré concentrarme con todo el ruido que hacían los vecinos abriendo y cerrando puertas, supongo que en busca de frescura como yo. 


La calle frente a nosotros se llenó de vida, cosa rara para esta hora en pleno verano. Algunos vecinos caminaban en dirección de la tienda y regresaban con bebidas frescas, otros se subían a sus carros para prender el aire acondicionado mientras conversaban y los pájaros, como si supieran, trinaban cada vez más fuerte. Así estuvimos cerca de una hora, Tyler ladrando a discreción, Yo, intentando descifrar el significado del caos según Hesíodo. Ya me estaba encariñando con Eros cuando el límite entre la sombra y el sol nos alcanzó.
Tuvimos que bajar para refrescar de nuevo a Tyler con la manguera, entonces un aviso, un "clic" más agudo que el anterior, un intento de reactivar la energía eléctrica me ilusionó. El minisplit se encendió, Tyler corrió junto a mí para disfrutar del aire fresco, permanecimos allí un par de minutos disfrutando, luego me acerqué al escritorio para encender la computadora. Apenas iba encendiendo cuando escuché otra vez el "clic" del terror. Esperé un poco y nada, nos quedamos en silencio. Tres veces sucedió así, justo cuando encendía la computadora se apagaba todo, entendí la indirecta del universo y decidí no volver a prenderla con tal de que me regresaran la frescura. 
Claro que Mercurio Retrógrado no contaba con la laptop guardada en la maleta, así que aquí estamos, surfeando entre apagones los viejos callejones. Llevamos casi una hora sin corte de luz, Tyler disfruta de la cascada de aire fresco que sale del minisplit y yo, yo he vuelto a andar por este blog después de tantos años.
Aquí me tienen, de vuelta, quizá un par de miradas vengan a saludar, quizá alguien se anime a pasear junto a mí por estas calles oscuras, quizás solamente vuelva a escuchar el eco de mis pasos. 



#Culiacan #ClaudiaIslasCoronel #fantasmas #calor #verano #historias